La tos de las perreras

La tos Äúkennel, la Unión Africana también se conoce como la Bordetella. Esta enfermedad altamente contagiosa, puede ser causada por una bacteria patógena o un virus siniestro. La bacteria también puede incluir el nombre, Äúbordetella, AU. Mientras que el virus puede ser el para-el virus de la gripe o el adenovirus canino. Estos últimos también pueden causar hepatitis.
Los microorganismos pueden venir de cualquier parte, pero la fuente más común es el de sus anfitriones. Es decir, un perro puede contraer la tos de las perreras cuando se expone a otro perro que ya tiene la enfermedad. Los microorganismos suelen viajar hacia el sistema respiratorio, donde se extienden y se multiplican, haciendo que el perro de la tos.

La tos es a menudo descrito como profundo, muy molesto, dolorosamente seco, y casi constante. Un perro infectado pierde su concentración, su apetito, y su carácter dinámico de costumbre.

Un brote de tos de las perreras que ocurre cuando varios perros se agrupan en un espacio relativamente pequeño. Es decir, muchos perros de estancia en una perrera, por lo tanto el término, tos Äúkennel, AU. Esto ocurre en muchos refugios de animales, e incluso en exposiciones de perros.

El virus se transmite cada vez que un perro infectado tose y escupe los fluidos de su atribulado sistema respiratorio superior. Entonces, la tos comienza unos días después de la exposición.

Para prevenir la tos de las perreras, un perro debe ser vacunado, especialmente cuando el propietario de los planes para llevar al perro a lugares donde hay otros perros, como una sesión de entrenamiento o una competición de perro. Por supuesto, cuando el perro nunca se mezclan estrechamente con otros perros, la vacunación de Bordetella puede no ser necesario.

Cuando el perro está sufriendo de tos de las perreras, que deben ser llevados al veterinario y se le dará tratamiento inmediato. El tratamiento es generalmente una combinación de antibióticos y antitusígenos. Los antibióticos ayudan a que el perro, el sistema inmunológico aos lento y eventualmente derrotar a los virus, mientras que los supresores de la tos evitará la propagación de la enfermedad.

Una vez que se administra el tratamiento, el perro debe ser supervisado por un deterioro de la salud. La mayoría de las veces, los antibióticos son eficaces. Es decir, después de diez días o dos semanas, la tos finalmente cesará y que el perro ha superado el mal.

La tos de las perreras es una enfermedad típica de los perros, pero en algunos casos, los gatos también pueden ser afectados. El síntoma en los gatos es la misma: una tos seca y áspera. Aparte de los gatos, no se han reportado casos de otros animales domésticos, como conejos, siendo afectados por la tos de las perreras.

Los seres humanos no se ven afectados por cualquiera de las de las bacterias o los virus que causan la tos de las perreras. Así, los propietarios de mascotas de perros y gatos no necesitan preocuparse de acercarse demasiado a sus mascotas tos. Algunos veterinarios, sin embargo, advierte a los propietarios de mascotas a que permanezca en una cierta distancia. El virus, después de todo, es un patógeno vicioso que muta fácilmente.